(Barranquilla, Colombia) Dos jóvenes que no sólo comparten el mismo sueño, sino también, nombres y las mismas edades. Ellas se conocen desde la selección sub 15, han ido escalando procesos, hasta estar juntas en Selección Mayor, ellas son María Paulas Salas y María Paula Porras.
Ambas son las menores de la Selección Mayor Femenina, y cuentan como es esa experiencia de estar en estos Juegos Centroamericanos y del Caribe, convivir con jugadoras mayor y de mucha experiencia.

María Paula Salas
María Paula Salas inició a los 11 años en selección Nacional, en una Sub 15 en el 2013, actualmente tiene 16 años, sueña con ser abogada y es oriunda de San Ramón de Alajuela.
Por su parte, Porras quien también tiene 16 años, inició más tarde su paso por selecciones nacionales, lo hizo a los 14 años en un proceso Sub 15 posterior al de Salas, en el 2016. Desde esta categoría ambas vienen jugando juntas, Sub 17 y Sub 20, en este último es al que actualmente pertenecen.
Ahora, juntas están en la Selección Mayor Femenina y sueñan que con este llamado inicie el camino para irse consolidando en esta máxima categoría.
“La verdad es que es una bonita experiencia estar aquí, pero a parte es muy buena para el crecimiento futbolístico de nosotras, al compartir con jugadoras que saben mucho de fútbol y que tienen mucho rodaje, esto nos ayuda a crecer. En esta categoría el rendimiento es bastante alto y mayor la exigencia”, dijo Salas.
Por su parte, Porras enfatizó sobre el orgullo de estar en esta selección que ha hecho un gran torneo y disputa un pase a la final.


“Se aprende mucho estando aquí, todas estas experiencias te ayudan a crecer, es completamente distinto a las categorías menores, por lo que, creo que cuando volvamos a nuestra selección vamos a poder trasmitir muchas cosas que se viven aquí” dijo Porras.
Sobre cómo se comportan y las tratan las demás compañeras en la Selección Mayor, ambas ríen contando que las molestan por ser las menores, pero es divertido porque las aceptaron muy bien en el equipo y les enseñan muchas cosas buenas.
“Nos molestan, nos dicen “las mostacillas”, por ser las menores, pero es por bromear con nosotras. Ellas nos ayudan a entender cosas que muchas veces no las vemos así y nos dan mucha confianza para jugar, así que uno se adapta rápido. Al principio si era incomodo, por la confianza y todo, no es lo mismo que con las selecciones menores en donde hemos estado, pero nos aceptaron y ahora son como una familia bonita para nosotras”, comentó Salas.
Salas ha jugado de titular en este torneo y anotó el gol del gané ante Jamaica. Porras por su parte, espera la oportunidad de jugar, pero sin duda, ella admite que ya estar en el equipo es un honor y una experiencia completa para su carrera que apenas inicia.