Ser hija y nieta de exfutbolistas es un buen parámetro para decir que lo suyo es el fútbol, pero antes de darse cuenta de eso, la jugadora Samira Roper experimentó otros deportes como voleibol.

Samira es hija de Atim Roper y nieta de Howard del mismo apellido, ambos futbolistas reconocidos a nivel nacional. Ella es la más joven de la Selección sub 17 femenina, tiene 13 años, pero esa situación no es inconveniente para estar entre las mejores del país.

“Mi papá me ha enseñado mucho, él va a cada partido y cada cosa que hago mal me lo corrige sin regañarme y las cosas que hago me dice que las mejore para que perfeccione. Me dice que fortalezca mi punto débil y que sepa que, auSamira Roper 2nque esté cansada se debe seguir trabajando para que todo salga mejor”, dijo la joven jugadora, quien también es delantera como lo fue su padre.

La seleccionada, además de practicar fútbol, disfruta de dibujar en su tiempo libre al igual que de escuchar música y salir con sus amigos. Pero uno de los aspectos que no debe de descuidar son sus estudios.

“Es difícil combinar fútbol y estudios, es muy cansado, son muchos esfuerzos, pero las cosas que vendrán valdrán la pena”, dijo la futbolista, quien llegó a la selección femenina después de una visoría que se hizo donde participaron cerca de 100 niñas y en la que solo unas cuantas fueron elegidas.

Su padre, Atim Roper, contó qué él no tuvo influencia para que su hija jugara y recordó qué fue lo que inclinó la balanza para que Samira decidiera seguir sus pasos y los de su abuelo.

Samira Roper 1“Cuando llegó el momento en decidir si quería fútbol o voleibol, se inclinó por el fútbol porque dijo que era más lindo anotar un gol que conseguir 25 puntos. Para mí es un orgullo tener a una hija futbolista y que esté en un proceso de selecciones, más por la edad que tiene, ya que aún está en una edad en donde las chicas son más grandes que ella en estatura”, dijo Roper.

Atim expresó que prefiere pasar una tarde viendo a su hija entrenar a estar en otro tipo de situaciones. Él está muy satisfecho de que Samira practique fútbol, aunque reconoció que tuvo que ser más exigente con ella, ya que le veía condiciones y quiere que las desarrolle de la mejor manera, eso sí, sin generarle una presión extra.

“Sueño con que ella sea una mujer de bien, el fútbol es un regalo, pero debemos ir paso a paso, por su corta edad debemos no crearle presión ni aires de grandeza, para que vaya disfrutando lo que está haciendo y que poco a poco siga luchando por sus sueños”, dijo.

Uno de los consejos que le brinda Atim a su hija es que tiene que ser perseverante para conseguir grandes cosas y que disfrute el momento, ya que la carrera del fútbol pasa muy rápido.