Sergio Ramírez se considera un experto bailarín, amante de todo tipo de música, hasta las rancheras están en su repertorio. Este delantero de la sub 17 asegura que su madre, Jackeline Montero Morales, es todo en su vida.
Una gran sonrisa en su rostro oculta lo fuerte que es su carácter, el que adquirió desde hace dos años al trasladarse a los Estados Unidos a estudiar y jugar fútbol, pero admitió que ha sido una experiencia que le ha enseñado a crecer como jugador, pero sobre todo como persona.
Lavar su ropa, aplanchar, limpiar y en ocasiones cocinar son parte de las tareas diarias que ha tenido que asumir el joven oriundo de Lomas de Pava, labores que cuenta que hace con mucho orgullo, debido a que le han enseñado a ser un hombre independiente.
¿Quién es Sergio Ramírez?
Soy una persona alegre, me gusta tener muchos amigos, pero cuando debo estar concentrado me pongo serio para hacer las cosas bien. También puedo decir que soy de carácter fuerte, a veces explosivo, pero he estado trabajando en eso para no ser tan colérico, ni explosivo y utilizarlo para bien, ayudando a los compañeros.
¿Qué le gusta hacer?
Me gusta practicar otros deportes, jugar baloncesto, voleibol, ir al cine con amigos, no se… hacer cosas de adolescentes.
¿Qué música le gusta?
Escucho de todo, pero le “entro” a las rancheras, salsa, merengue, reggae, quizá lo que no me gusta es la cumbia y el rock.
¿Le gusta bailar?
Me encanta y modestia aparte, soy muy bueno. Como quien dice le hago a todo, salsa, bachata, lo que suenen.
¿De dónde nació ese amor al baile?
Todo nació porque mi mamá un día me dijo que a las mujeres les atraen los hombres que saben bailar, entonces me puse a aprender a bailar con ella. Ahora me gusta asistir a bailes, aunque por el tiempo casi no puedo ir, pero en la sele soy de los que monta el baile.
¿Estudia?
Estudio en Estados Unidos, en Montverde, Academy, llevo dos años allá y en este momento estoy sacando el quinto año.
¿Cuál ha sido el mayor reto en su vida?
Irme a Estados Unidos, sin familia, cuando tan solo tenía 15 años fue algo complicado. Al inicio batallé con el idioma porque no sabía mucho inglés 
y me costaba comunicarme, tuve que asumir responsabilidades como lavar, aplanchar, labores que me enseñaron a ser disciplinado y a saber a valerme por mi mismo, sin depender de los demás.
¿Con qué sueña?
Primero que nada con ayudar a mi familia, pero también quiero ayudar a niños y jóvenes que ven el fútbol como una válvula de escape para salir de lugares difíciles como del que yo vengo. Que vean que con esfuerzo y dedicación los sueños se pueden lograr y que el estudio y el deporte los puede ayudar a alejarse de los malos caminos.
