“Estoy orgulloso de usted, gracias por hacerme tan feliz”. Con esas palabras recibió en el aeropuerto Don Concepción Díaz “Chon” a su hija, Dinnia Díaz a su regreso del premundial.
Junto a eso vino un fuerte abrazo y un gran beso. En cualquier circunstancia es una situación normal, pero en este caso no. “Por primera vez en mi vida mi padre me demostraba afecto”, recalca la portera de la selección nacional.
Recordarlo hace que salgan lágrimas de emoción y acto seguido asegure con total convicción que dejaría cualquier cosa por ese momento.
Hoy no pasa desapercibida en ningún lado, a sus actividades diarias le sumó tomarse fotos y dar autógrafos, sin dejar de lado que es ídolo de muchas niñas.
“Mi vida cambió muchísimo, ahora quiero dedicar un poco de mi talento, quiero ayudar a que más niñas cumplan sus sueños como yo lo hice y dejar en ellos un legado, esa es la meta que me he trazado”.
Dinnia de Samara de Nicoya, lugar donde le fascina ir a pasar tiempo con su familia, andar en bicicleta y recorrer la playa montando a caballo. Sus comidas favoritas son todas aquellas preparadas por su mamá, Cecilia Artavia, en especial cuando es pulpo en salsa.
Para Dinnia el fútbol no es sólo su pasión sino también su trabajo, ya que labora en el departamento de Desarrollo de la Federación Costarricense de Fútbol.
Una persona muy tranquila, genuina, noble y súper sencilla. Me cuesta mucho decir que no cuando me piden un favor; aunque no pueda siempre digo sí. Me gusta ayudar a los demás. Soy una buena hija, bueno eso lo dice mi mamá.
¿Qué le gusta hacer?
Andar en bicicleta, cuando voy a Samara salgo muy temprano para hacerlo, también andar en caballo en la playa con mi papá, así como tomar café con cualquier persona que quiera compartir conmigo uno. Y sin duda, cuidar a mis sobrinos, ellos son mi alegría.
¿Cuáles son los mayores retos que has tenido?
Dejar mi casa en Guanacaste, estar acostumbrada al campo y venirme para la ciudad. Es muy duro dejar la familia, amigos, colegio, todo, pero era por un sueño de estar en la selección, lo valió y mucho.
Valorar siempre las cosas, disfrutar lo que se hace y aprovechar la familia. Trato de siempre sacarle lo bueno a las cosas. De pequeña pasé necesidades y muchas veces tener poco para comer, eso me ha hecho valorar mucho todo.
¿Con que sueñas?
Ir al mundial y hacer bien las cosas, el sueño de un mundial mayor se contagió, ver que ya se había clasificado a otros mundiales menores, todas queremos ir a este. Y poder ayudar a los demás sin esperar ninguna ganancia.
Tengo que hablar todos los días con mis papás, siempre lo hago, eso me da mucha tranquilidad y me siento acompañada, y nunca puede faltar una taza de café.
¿Por qué fútbol?
Desde pequeña siempre me gustó, recuerdo jugar de delantera y así lo hice mucho tiempo pero mis compañeras decían que no soltaba la bola entonces me mandaron a la portería y ahí me quedé.