Sus días transcurren al lado de la lechería de su padre Oscar Rodríguez, el fútbol y sus estudios. Madruga, ya sea para ordeñar, entrenar o estudiar. Ella es Lixy Rodríguez Zamora, lateral de la selección nacional.
Tiene 24 años, es vecina de San Miguel de Grecia y es la segunda de tres hermanos. Admira a Andrea Pirlo, loscanelones con atún son su comida favorita y aparte del fútbol disfruta del voleibol, deporte que su madre, Denia Zamora, practicaba de joven.
Viendo por televisión a la selección infantil enfrentar a Corea del Sur en el Mundial de Nueva Zelanda en el 2008, notó que allí estaba su ex compañera de colegio Raquel Rodríguez Vázquez y de inmediato le dijo a su madre que en algún momento iba a estar en una selección y un mundial.
Los comentarios que le hacían de que nunca iba a llegar a una selección porque carecía de procesos o porque había entrado muy vieja al deporte, eran alimento para luchar cada día y demostrar que si podía.
“¿Por qué no voy a poder estar en una selección si me preparo bien, y hago las cosas lo mejor posible?, ¿Por qué no me van a poder dar la oportunidad?. Con el paso de los años, estás preguntas ya tienen respuestas.
¿Quién es Lixy Rodríguez?
Soy una persona luchadora, humilde, en cada meta que tengo doy todo de mí y la pongo en manos de Dios porque sé que siempre está conmigo.
Desfilar con la selección en el partido inaugural del Mundial ante España. Estar en un mundial es el sueño que todo futbolista quiere vivir.
¿Cuándo nació el amor al fútbol?
Desde la escuela jugaba fútbol, siempre con hombres. Donde vivo es apartado del centro de Grecia y no sabía que existían equipos femeninos y menos una selección, eso hizo que no pensará en jugar profesionalmente al fútbol.
¿Cómo se le dio la oportunidad de jugar en un equipo?
Después de hablar con mi ex compañera (Raquel Rodríguez Vázquez), me invitó a hacer pruebas a la Liga e ingresé a la Segunda División en el 2009 con 18 años y sin ningún proceso de selección.
Fue en el 2011, para un torneo de la UNCAF. Me acuerdo que terminó un juego con mi equipo y me dijeron que el lunes siguiente iba para la selección. No podía creerlo hasta que alguien de la federación me avisara. En la tarde recibí un mensaje de Karla Alemán.
No dormí esperando el día y cuando llegué y vi a todas las jugadoras buenas que había me dije que la tenía más difícil que cuando llegue al club.
¿Tiene alguna anécdota en especial?
Recuerdo que cuando fui a mi primero torneo con la selección, la entrenadora me puso a decir unas palabras en el camerino e hice llorar a todas mis compañeras al contarles esta historia, de todo lo que viví para estar en la selección. Desde entonces, por acuerdo de las compañeras, yo soy la que tengo que hablar cuando hay que hacer una reflexión o decir algo motivante.
Me gusta ir a las nacidas de agua de San Miguel, un lugar muy lindo y cuidado. Siempre vamos con mis primos y los tiempos libres voy a la lechería que tiene mi papá a ordeñar. Los días libres los aprecio mucho para estar en casa.